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Aceite de Caléndula

La caléndula es una planta medicinal que destaca por su acción regeneradora y su alta tolerabilidad. Por ello, es in ingrediente muy habitual en cosméticos infantiles, pieles sensibles y antienvejecimiento. 

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El Aceite de Caléndula es un aceite natural extraído de las flores de caléndula (Calendula officinalis). A menudo se utiliza como tratamiento complementario o alternativo.

El aceite de caléndula tiene propiedades antifúngicas, antiinflamatorias y bactericidas que pueden hacerlo útil para el tratamiento de heridas, aliviar el eccema y la dermatitis del pañal. También se utiliza como antiséptico.

Los ingredientes activos de la flor de caléndula son sustancias químicas naturales, como las saponinas triterpénicas (glucósidos del ácido oleanólico), alcoholes triterpénicos (α-, β-amirinas, faradiol) y flavonoides (quercetina e isorhamnetina).

Se cree que el efecto fotoprotector de las formulaciones de gel tópicas está asociado con una mejora en la síntesis de colágeno en el tejido conectivo subepidérmico. Se cree que los ingredientes activos de la caléndula mejoran el crecimiento de tejido nuevo en la cicatrización de heridas y disminuyen la inflamación.

La inflamación que se genera en algunos casos de acné se debe al exceso sebo que se acumula sobre los poros. El Aceite de Caléndula tiene la capacidad de reducir la inflamación y gracias a sus propiedades antimicrobiales deja la piel libre de bacterias.

Asimismo, gracias a su actividad antiséptica y antiinflamatoria, ayuda a mejorar la piel de quemaduras y lesiones leves y regenera nuevas células de la piel.

Además, es un aceite con una alta tolerabilidad dermatológica por lo que es un ingrediente muy habitual en cosméticos destinados para el cuidado de la piel del bebé, pieles sensibles o quemaduras.